Turismo en Costa da Morte: Rincones con encanto que hay que visitar
Cuando emprendemos un viaje por Galicia se nos abre un abanico repleto de posibilidades, como conocer algunos lugares cargados de magia y relacionados con meigas y leyendas antiguas. La Costa da Morte es uno de esos lugares. A pesar de su nombre y de que pueda parecer un lugar peligroso por descubrir, se trata de uno de los puntos con más encantodel entorno gallego y, por ello, queremos mostrarte algunos de sus secretos.
Seguramente uno de los nombres que más te suene si hablamos de la Costa da Morte es el Dolmen de Dombate (del que ya te hemos hablado en Alalá) Sin embargo, hoy no hablaremos de la catedral del megalitismo en Galicia, nos centraremos en dar más visibilidad a otros puntos de esta costa que posiblemente no conozcas y puedas disfrutar con mayor intensidad.
Faro y Cabo Vilán
A 5 km de Camariñas y situado estratégicamente en la Costa da Morte se encuentra este faro que se asienta justo en el Cabo Vilán. Se trata, además, de uno de los faros de mayor importancia para la navegación en esta costa por sus innumerables peligros.
Actualmente se pueden ver los restos del anterior faro, el cual fue encendido por primera vez en 1854. Se trataba del cuarto faro, alimentado por aceite y con un alcance de 10 millas, pero sin embargo, no era capaz de salvar la piedra más elevada del cabo. Ese pequeño fallo provocaba una peligrosa zona de oscuridad para las embarcaciones en el lugar puesto que, precisamente en ese punto, se encontraban unos bajos rocosos.
Esto llevó a que se dinamitase la roca y se aumentase la altura de la torre, pero con ello no se terminó de solucionar el problema del ángulo ciego, lo que trajo consigo una de las grandes tragedias de 1890. Con motivo de evitar que este suceso volviese a repetirse, se inauguró el nuevo faro en 1896, el primero de España que funciona con energía eléctrica.
La playa de los Cristales de Laxe
Un viaje por la Costa da Morte y su turismo nos puede llevar a descubrir algunos de los puntos más interesantes de toda Galicia. Pero no solo hablamos de preciosos entornos donde la naturaleza lleva efectuando su trabajo durante siglos. También de otros lugares donde la acción del hombre ha dado por accidente espacios hermosos e inesperados.
Hablamos de la playa de los Cristales de Laxe, que nace de todas esas botellas que han acabado en el mar y que, finalmente, han vuelto con los años para ofrecernos una playa repleta de color. Esto es debido a que las botellas se han hecho añicos golpeando con las rocas, lo que sumado a la acción de la luz del sol nos brinda un verdadero espectáculo visual. Tal es su belleza que, aunque en 2004 la Xunta de Galicia comenzó su limpieza: los vecinos y asociaciones unieron fuerzas para impedir que este pequeño espacio desapareciera del lugar.
Como es de suponer, pese a sus maravillas vistas, no es apta para el baño; un hecho al que no solo afecta la presencia de los cristales, sino también de las fuertes corrientes marinas. Al igual que su presencia, que puede hacernos desear llevarnos un recuerdo, todo cuanto se encuentra en esta playa está protegido, por lo que únicamente se puede mirar, pero no tocar.
A Pedra Moura
Junto con el Dolmen de Dombate, el dolmen de A Pedra Moura es uno de los más destacados de toda la Costa da Morte. Se trata de uno de los más grandes de toda Galicia; su historia nos lleva a la época de apogeo de la cultura megalítica en el lugar, aproximadamente datado entre el 3500 a.C y el 2700 a.C.
Actualmente solo conserva cinco de las siete losas que lo constituían en origen, aunque eso no le ha hecho perder su gran belleza. Como todo buen lugar de esta zona, está relacionado con una leyenda que da vida a su historia, indicando que las piedras que la conforman fueron acarreadas por una mujer desde el “petón de Calvelo” mientras hilaba en la rueca y amamantaba a una criatura.
El dolmen de A Pedra Moura, sin duda es uno de los puntos más interesantes si hacemos turismo en Costa da Morte. situado en la parroquia de Aldemunde, una de las más pequeñas en Carballo. Cerca de esta, también se encuentra un espacio natural de gran interés conocido como A Ribeira da Pena, uno de los bosques autóctonos más importantes.
Santuario de la Virgen de la Barca
El primer documento escrito que se conserva del santuario data del año 1544 aunque, a pesar de no conservarse escritos anteriores, hay constancia de que la fundación de la primera capilla dedicada a esta virgen fue muy anterior; de hecho, llega a valorarse que su aparición pudo tener lugar alrededor del siglo XI o XII.
La capilla se ha ido adaptando en varias ocasiones, aunque fue a principios del siglo XVIII cuando tomó la forma actual este edificio que tiene planta de cruz latina y se impone con 33 metros de largo y 19 de ancho. En su conjunto se trata de un edificio de estilo barroco, aunque sin perder influencias del clasicismo del siglo anterior.
Cabo de Finisterre / Faro de Fisterra
Ambos puntos se encuentran en un mismo lugar y están relacionados tradicionalmente con el “Fin del mundo”. Esto es debido a que en el mundo antiguo Finisterre era el extremo del mundo conocido, por ello el nombre de “Finis Terrae” y la necesidad de un faro que pudiera proteger una de las costas más peligrosas.
En este cabo nos encontramos con el Faro de Fisterra, considerado uno de los más emblemáticos de Europa y quizás el más famoso en Galicia. Fue construido en 1853 y protege a los marineros situándose a 138 metros sobre el mar, de tal forma que pueda evitar obstáculos y mostrar el camino a seguir.
Durante miles de años se llegó a creer que cada noche el sol se apagaba entre sus aguas y, quienes se atreviesen a pasar más allá, no encontrarían nada más que una región de tinieblas y monstruos. Por ello, ha servido en multitud de ocasiones como inspiración para grandes obras literarias.
Monte Pindo y Mirador del Ézaro
Los amantes de la naturaleza se fascinarán con las impresionantes imágenes presentes en el Monte Pindo. Se trata de un apéndice montañoso donde abundan las rocas graníticas redondeadas. Su situación nos presenta un final al borde del mar y es considerado como un lugar mítico y rico en leyendas.
Debido a que es considerado un lugar donde la magia fluye, se le ha denominado como el Olimpo Celta ya que, para estos, era un monte sagrado en el que realizaban sus sacrificios. Pese a lo trágico de esta historia, no olvidamos que se trata de uno de los lugares más bellos dentro de Costa da Morte.
Siguiendo las faldas del Monte Pindo, dentro del municipio de Dumbría, nos encontramos con la Fervenza de Ézaro, conocida por algunos como la cascada del río Xallas. Lo característico de este río es que se trata del único de Europa que desemboca en el mar en forma de cascada.