Faros de Costa da Morte: Estos son algunos de los más emblemáticos
Conocida por su gran belleza y el peligro de sus aguas, Costa da Morte es uno de los lugares más mágicos de Galicia. Sus leyendas, sus bellos paisajes e incluso la cultura de la zona lo convierten en uno de los puntos a visitar de forma segura para llevarse grandes recuerdos. Claro que, como bien hemos indicado, el peligro en sus aguas no solo han dado paso a todo tipo de leyendas, sino a la necesidad de situar los faros para guiar a los barcos en sus aguas. Por ello, destacamos la belleza del Camiño dos Faros y esos preciosos monumentos que lo componen.
Faro de Illas Sisargas
Se trata de uno de los pocos faros a los que, para acceder, lamentablemente no podemos ir en coche. Como bien os indicamos en nuestro artículo para ir a las Illas Sisargas, su acceso está limitado a los barcos. Eso sí, este pequeño archipiélago está formado por tres hermosas islas donde, por supuesto, destaca su espectacular faro.
El faro que se presenta actualmente en este lugar data de 1915 y fue construido gracias al gran esfuerzo de los habitantes de Malpica. Estos subían las piedras peleando contra el vieto que ruge con fuerza en las islas, por lo que su posición, además de estar en lo más alto de Isla Grande, es una prueba del gran esfuerzo de los lugareños.
Faro de Punta Nariga
Situado en lo más alto del monte Nariga, es una de las grandes construcciones que se presentan en el lugar. Su acceso, aunque algo complejo, está preparado para dejarnos ir en coche, aunque esto no es lo que más destaca de él. Se trata del faro más moderno de Galicia, construido en 1996 por César Portela.
Su diseño busca transmitir la sensación de ser un barco que se encuentra en el puerto, algo que encaja a la perfección con su composición en granito. Su base triangular se presenta como un increíble mirador que, a su vez, en su punta, nos muestra una escultura de Manolo Coia donde aparece un hombre lanzándose de cabeza al mar.
Faro de Laxe
Se trata de uno de los faros con mejor acceso para su rápida visita, aunque sin duda merece la pena acercarse a verlo. Hay claras indicaciones para llegar hasta este faro, pudiendo acceder en un viaje en coche como dando un paseo y contemplando las vistas excepcionales de su entorno.
Se trata de una réplica prácticamente exacta del faro del Roncudo, construido en 1920. A pesar de no ser uno de los faros más bonitos que se encuentran en la zona, la ubicación de este faro es lo que provoca que destaque de todas las formas posibles.Además, en las proximidades se encuentra una escultura de bronce llamada “A espera”, un homenaje a todos los marineros desaparecidos en el mar y a sus familias.
Faro de Cabo Vilán
Para poder acceder a este cabo, puedes realizarlo perfectamente en coche. De hecho, destaca por su sencillo acceso y el enorme parque eólico que presenta para poder visitar. Se trata, a su vez, de una gran antigüedad puesto que entró en funcionamiento en 1896 y fue el primero en funcionar con luz eléctrica en España.
Su arquitectura lo hace totalmente único, hasta el punto de parecer una extensión del propio cabo. De hecho, ha sido declarado Interés Turístico Nacional desde 1933 y sigue siendo uno de los puntos más espectaculares, dando lugar a que, en su interior, se guarde una increíble sala de exposiciones y eventos.
Cabo de Finisterre
Posiblemente el más conocido y no es de extrañar. Es el faro más fácil de visitar. De hecho, para acceder a este se va directamente desde Fisterra, tanto si realizas el viaje a pie como si accedes en coche. Además, es el más antiguo y último presente en la ruta de los faros, situándose en 1853.
A pesar de que la idea de levantarlo estaba planeada para Cabo Touriñán, finalmente se decidió que su construcción fuese en Finisterra debido a la peligrosidad que existe en esta zona. Y es que, pese a su belleza, el lugar ha sido protagonista de todo tipo de accidentes. Eso sí, nadie puede negar que se trata de uno de los lugares máse espectaculares de Costa da Morte.